Soy un río;
con la parsimonia del mar en el invierno,
con la parsimonia del mar en el invierno,
las hojas del tiempo arrastraré…
Mi destino no es el mar.
Sin propósito avanzo;
sin propósito existiré.
Fluir para ser,
ondular hacia dentro para crecer
y, a mitad del camino, comprender.
La belleza en mí se expande,
¡No hay más que una barca y dos remos
para dejarse caer!
Descubro en mí nuevas aguas...
Los necios en la orilla no me podrán detener.
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