El tiempo es una flor que en mi centro se marchita

En el centro de mi pecho hay una rosa que  marchita,
los años irremediablemente la deshojarán;
Su esbelto tallo en mi oscuridad se adelgaza
¿Fue el viento quien ocultó un reloj de pétalos rojos en mi profundidad?
Tic-tac nocturno que fatiga a la luna con su sonido inmortal
¡Mucho después de mi su eco ha de continuar!
El tiempo es una flor con espinas que en el centro del universo se apagará.

Nadadores

Nadamos por las corrientes saladas de la vida
Un salto hacia la pequeña pirámide del mar;
De un vértice al otro la vida...
De un vértice a otro la muerte.
Masas de agua entre tú y yo
Te toma tiempo avanzar;
Barcos nacidos del azar nos hacen señas
desde la superficie;
Nosotros escogimos la fiesta silenciosa de la profundidad.
El tiempo y sus mareas,
movimiento incurable de sus olas
¿Qué orilla nos espera?
¿Qué arena infinita no abrazará?

El mundo que fabrican tus ojos

La visión que de tu pupila brota se equilibra
sobre la raya que dibujan las gaviotas sobre el mar;
Una imagen dorada y redonda como el sol
se libera de tu retina infatigable:
Circular su sombra te hace naufragar.
Encender y apagar el mundo con los ojos,
Tus pestañas duermen para el horizonte cerrar.