jueves, 30 de octubre de 2014

Árbol de la vida

Leonora Carrington

El árbol tiene un ojo
con el que observa el desfile sinuoso de las olas del mar,
La visión cae salada sobre un río subterráneo.

Las ramas se posan en las barandas de la distancia
para palpar la textura de un ocaso paralelo;
La boca hecha de corteza se traga a la muerte.

La raíz sueña con la luz y envejece.

Árbol de la vida
Árbol de las horas
Árbol que se renueva sin memoria.

miércoles, 29 de octubre de 2014

Poema Circular

Marc Chagall

Sobre un disco de cristal gira el recuerdo de la nieve;
Desde mí brota un silencio que transporta un sueño blanco;
Mansas palabras amedrentan el furioso avance de la luz.
La mirada en la cima invisible del horizonte,
Se agiganta la visión del árbol desnudo de la palabra
Luego se desvanece en unos ojos asombrados;
Aunque me oculto en la solides del sol
Alguien avanza a mi lado,
portando en las raíces claras de sus manos:
El disco blanco de la soledad que le he dejado.

domingo, 26 de octubre de 2014

Haz que despierten aquellas dormidas lámparas...

Marc Chagall

Haz que despierten aquellas dormidas lámparas
Desmenuza las moléculas de oscuridad que de ellas exhalan.
Fabrica luz en tus párpados y balancéate en la sensación.

Adentro de tu lámpara un ruiseñor inhala el sonido;
A veces las sombras te traen recuerdos que flotan:
Un desfile de estatuas saladas que apuntan hacia el oeste.

Las luciérnagas migratorias ahogaron su luz en la lejanía
Partieron frágilmente el horizonte en dos,
El recuerdo hermoso de su luz diminuta nos hará callar.

lunes, 20 de octubre de 2014

Pensar el viento...

Rafal Olbinski

De nuevo verás migrar
tus sueños despiadados,
Como relucientes trasatlánticos alados
Que jamás han de retornar.

Volveré a pensar el viento
A desatarlo dentro de mí,
Oiré,
Oiré el golpe de las ramas
En mi ventana interior.

El día y su desvelo
Ignoran la suave tempestad de las palabras.
Las frases se desarman en la superficie de los segundos
el tiempo recompone la quimera en el útero del vacío.

La amapola, el ruiseñor, el espejo
y el viento,
son sólo pensamientos
bellas imágenes que huyen de la forma
como vapor en busca de oscuridad.

sábado, 18 de octubre de 2014

Canción del Tiempo y el Espacio

Leonora Carrington

Recostada en un horizonte líquido 
comienzo a desmadejar la distancia, 
he ahí el cielo en constante vigilancia.
En las líneas de tu mano un espejo trizado,
la sucesión es un jardín evaporado.
Abre tu ventana, contempla el espacio nacarado,
tu umbral de tanto esperar esos pies se ha cansado.
De tu pequeño cielo no quiero ser un astro 
ellos sin previo aviso se apagan, no dejan rastro.
El tiempo nos oculta su inmutable rostro de alabastro.

miércoles, 15 de octubre de 2014

Las primaveras...

Marc Chagall

Todas las primaveras impresas en la memoria frágil de las flores
Cada pétalo es un astro muerto hace siglos

Los recuerdos en hilera desfilan por las calles recién barnizadas por el sol

Esta luz muerde el borde de mi vestido interno
Las flores crecen sobre el agua cristalina que bombea mi corazón

El silencio se hace tibio dentro de la caja que descansa en la chimenea

De la tierra brotan coloridas marionetas dirigidas por los hilos del sol
El tiempo acuna en el horizonte maduras rosas de futuras primaveras

domingo, 12 de octubre de 2014

Preludio

Sabzi

El pájaro escupe exhausto el sonido
mi estrella interna se sincroniza con la sinfonía de sus plumas,
la sordera del reloj, no obstante, me obliga a domesticar la luz azul de su canto.

viernes, 10 de octubre de 2014

El fruto

Paul Gauguin

Se desprende,
Cae el fruto del pasado sobre la alfombra de un blanco silencio.
El tiempo fabrica su movimiento dentro de un árbol que divide el inconsciente.
Se desprende el viento que despeina la memoria,
Cae su semilla interna en el corazón de un prodigioso fantasma.
Ya no tenemos miedo,
Somo los signos intraducibles que se graban al interior del fruto nuevo.


lunes, 6 de octubre de 2014

Los Hermanos Karamazov

Marc Chagall

Tres sillas abandonadas, los hermanos Karamazov:
Dimitri, Iván y Aliosha,
los deseos resbalan por sus piernas de hombres en la catástrofe del amor,
en la búsqueda del padre, del arquetipo masculino originario,
¡Cuánta orfandad entre los hombres hermanos Karamazov!
Habéis nacido del parto del mundo con apenas una certeza:
sobrevivir y buscar.

Dimitri, feroz máscara del lobo herido de los años,
posesivo como un rascacielos con la ciudad,
sombra que navega en una barca-reloj que a la deriva de los siglos se desgrana,
simple y vacío: el hombre que no se comprende y sin embargo busca.

Iván, pasa la espuma por el ojo de la locura, que no es locura 
sino un espejo que refleja el aspecto irreparable de las estatuas de la razón,
Iván no cree en la salvación del hombre, se disgusta con el gran progenitor;
yo desentierro el cielo y con los dedos manchados de tiempo y espacio le pregunto:
¿Quién diseñó como río cósmico nuestros sueños que se entrelazan? ¿Tienes la respuesta?
Pero Iván silencioso espera que sus pensamientos se transformen en otras cosas.

Aliosha, eres la trizadura inabarcable del destino,
te ahogas en la tacita blanca de los sueños del mundo,
invisible, inaccesible a la comprensión
tatuado en la memoria genética de la humanidad con un gesto antiguo e indescifrable;
Aliosha sufres, no entiendes tu abandono,
quieres el fuego de la chimenea para la totalidad,
salvar de la catástrofe del diluvio a los inocentes;
sin embargo, el mundo te corrompe,
te pierde,
y tú huyes, te evaporas, fragmentando el tiempo con tu dolor.

¿No es así hermanos Karamazov?
Cae el tiempo en su pozo de ausencia,
se resbala la sucesión en la superficie de mi vestido blanco,
el destello luminoso de la lluvia os pregunta:
¿Cuál es vuestra Itaca?
¿El padre? ¿La amada siempre distante?
¿El anhelo que jamás ha de saciarse?
El eterno retorno de una pregunta que siempre ha de quedar sin respuesta:
El bastardo de la humanidad oculto en la sombra.

domingo, 5 de octubre de 2014

Sueños dorados

Gustav Klimt

Dorado el sueño de la semilla en el poniente de tus huesos,
brotan delicadas imágenes de tus oídos asustados
y aunque se trastornen las enredaderas en su oscuro territorio
has de trepar por las frágiles paredes de la armadura dorada del sol.

Despierta, la mañana muerde el fruto que cuelga de tu árbol interior
el sol escupe segundos que en tus párpados se apagan.
Flores caníbales se tragan tus sueños amarillos
sus raíces proyectan la osamenta dorada de tus ensoñaciones íntimas.