Rafal Olbinski
De
nuevo verás migrar
tus
sueños despiadados,
Como
relucientes trasatlánticos alados
Que
jamás han de retornar.
Volveré
a pensar el viento
A
desatarlo dentro de mí,
Oiré,
Oiré
el golpe de las ramas
En
mi ventana interior.
El
día y su desvelo
Ignoran
la suave tempestad de las palabras.
Las frases se desarman en la superficie de los segundos
el tiempo recompone la quimera en el útero del vacío.
La
amapola, el ruiseñor, el espejo
y el
viento,
son
sólo pensamientos
bellas
imágenes que huyen de la forma
como
vapor en busca de oscuridad.
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