Amanecer, Salvador Dalí
Eres
un sol que se apaga en una llanura con ventanas redondeadas
Astro
que se hace líquido en el balcón de la inercia
Tu
espacio de piedra crece como el silencio en las manos de un infinito blanco
Tu
luz coloniza una niebla fantasma
Hijo
del fulgor de las estrellas
Sueñas
con una sombra que jamás te alcanza
Por
los alrededores de la noche tu eternidad se reclina
Obediente
se entrega a los muros del reloj
¿Acaso lograste cerrar el paso a los lúgubres pájaros del tiempo?
Eres
presencia que se apaga en una eternidad incomprensible
Polvo
entre las ramas de los astros que de mis manos se escapan
Hunde
la luz sus raíces en ti y en lo más profundo de tu oscuridad se adelgazan