sábado, 29 de octubre de 2011

A la espera de un oasis


Entra con paso firme en el desierto ¡no vaciles!
¿quién te ha dicho que entre sus dunas se corona la soledad y la garra fría de la tristeza?
El desierto es un transitar despacio entre dorados espejos.
no es preciso que tomes mi mano ¡toma mi pensamiento!
recorre esta geografía dorada, no declines.

Bajo tu sombra duerme la luna color espiga,
estoy vigilante, no has de caer en medio de la arena.
Yo camino buscando un presagio, la certidumbre del bosque que aguarda.
¡Brilla, brilla! pero no te ciegues,
en aquel oasis perdurable de rosas, te espero.

viernes, 28 de octubre de 2011

Misterio océanico



Desde lejos observo el brillo de una superficie cristalina,
Me acerco lentamente y me encuentro frente a frente con el mar,
Torbellino de corrientes y de vida, envuelto en su fatigada niebla,
¿Cómo es que has venido a estas tierras océano milenario?
Tú me has invocado-responde-
Soy sordo a los sollozos-vuelve a replicar- no me conmueven ni los serafines ni los testigos videntes de las tragedias, sin embargo, estoy aquí.
Me mira profundamente desde la corriente más tibia de su ser,
El viento comienza a tatuarse suavemente en la piel de mi espalda,
Tiernamente, con los dedos de los pies dibujo un círculo en la arena,
¡OH mar! Abres tus venas verdes en estas tierras secas
¿En qué espacio has de revelarme el secreto de tu horizonte, donde tintinean lejanas las luces de los barquitos que han desaparecido en tus aguas?

jueves, 27 de octubre de 2011


No por hacer yo ruido sonará más en ti
si no me sientes porque soy.
¡Alumbra! ¡Alumbra! Haz que de mi se percaten
 las estrellas. Pues me desvanezco.

Rainer Maria Rilke de Poemas a la noche.




miércoles, 26 de octubre de 2011

Canción de arena


¿Dónde está la sangre luminosas de aquellos que murieron descalzos y con el pecho roto?
Sus voces aún sueñan con el desierto redentor,
Yo miro esta inmensidad desde siempre, con la herida de todo hombre y toda mujer en mis manos.
¿Con qué habré de amplificar el canto de las dunas?
Grano a grano, polvo a polvo,
 Encuentro de lo indivisible:
Es el canto mágico de las dunas.
Con humilde paciencia me siento a escuchar,
Y espero que se produzca el encuentro entre el grano que descansa en mi pelo
Y el que acaricia tu frente,
Sencilla y dulce melodía,
Miel dorada para tanto maleficio en estos días de turbulencia.

En el límite del desierto: el bosque,
En el límite del bosque: el cielo;
Está canción de arena busca ascender
Y dibujar una cruz en la cortina del mundo,
Acaso sea el fin de los tiempos
Y hemos de intercambiar monedas gastadas por granos de oro,
El mundo está triste, los bosques despoblados,
Las ciudades en llamas, las abejas han huido al desierto
No hay miel en ninguna mesa,
Los vapores descienden al subsuelo y
Es más fácil hundirse en la urbe que en el agua.
De la luz fría de la lámpara, surge la luz envejecida del desierto,
Vellón de oro de nuestra salvación,
Debéis dirigir vuestros pasos al misterio dorado:
El canto de las dunas ha de guiarles.


martes, 25 de octubre de 2011

Origen



Es la amplitud de conciencia
La que guía estos pasos,
La búsqueda constante de la llave de oro proyectada hacia el exterior,
Eres el sol y eres la luna,
¿Cómo podría yo liberarme de esta energía que me adorna de pies a coronilla?
Voy hacia la semilla de la luz: la sed insaciable de la sombra.
He de parir toda la luz del universo en expansión.

lunes, 24 de octubre de 2011

Pensamiento

Una dulce lluvia de oro ha caído en el desierto,
La vida empieza a latir en sus profundidades,
Vuelvo al interior y comienzo a empujar desde dentro,
 entonces  brota de mi una flor amarilla,
Es extraño-pienso,
Uno toca las puertas del corazón y en lugar de abrirse una puerta, algo florece,
Este es mi pensamiento y en el se configura el dominio del tiempo,
la imagen mental se vuelve líquida y comienza a penetrar en la arena,
En ese lugar ha de surgir un jardín de flores amarillas.

sábado, 22 de octubre de 2011

Expulsión del paraíso


He puesto mis pies en esta superficie dorada y comienzo a beberme a mi misma
para calmar la sed,
el bosque ha sido despoblado,
el viento me ha transportado al desierto
para susurrarme al oído canciones que olvido,
 En este lugar no busco presagios en el cielo
ni interrogo a los pájaros por la distancia,
sólo me dejo seducir por espejismos
y extrañas visiones,
Dorada inmensidad, busco la aguja en tu pajar de arena
Danza, camina y danza
un oasis encontrarás
espejismos de pájaros han de guiarte,
El bosque se ha dormido,
el paraíso siempre aguarda,
más es preciso avanzar y conquistar esta luz envejecida.

viernes, 21 de octubre de 2011

Pez dorado


Sobre el desierto claro los horizontes se borran,
 sólo hay una enorme amplitud,
¿Qué objeto habrá de sostenerme?
 cierro los ojos, una pequeña fuente brota de mis manos,
un pez dorado en su interior se enciende,
¿De donde surges luminosa criatura oceánica?
El desierto de oro no ha de ser tu hogar,
vengo de ti- me dice-y sin embargo, aún no me descubres,
soy el rincón más quieto de tus profundidades.
No entiendo sus palabras, ¿qué accidente de voz vendrá por mi?
Los horizontes vuelven a posicionarse
intentan darle soporte a mi mirada,
Marcho en busca de sus palabras
sobre la dorada arena que me devolverá a otra madrugada.

miércoles, 19 de octubre de 2011

La palmera


Las palmeras son el descanso del polvo,
Ellas surgen ajenas a todo tiempo
Largas como las penas de los balizadores.
Son las sobrevivientes de los siglos,
Tienen la memoria cargada de espejismos de parques,
Sus melenas cuelgan siempre alegres
En busca de dorados atardeceres,
De su centro se derrama miel,
No hay tristeza de estación en ella,
Sólo la eterna sonrisa del fin de la nostalgia.

Primer espejismo



En esta tierra árida mis pies se diluyen,
De los dedos emerge una flor de loto,
¿Cómo llegó a mí  la voluptuosidad de este mar de polvo?
De improviso, suspendido en mí centro, aparece un relicario,
En su interior está mi retrato, que me habla y dice:
Eres mujer y siempre has de tener sed,
No culpes al desierto,
Aprende a leer presagios en su silencio,
Envuélvete en su profecía dorada y derrámate en su misterio.

La danza de los siete velos



En el delirio de este mar de arena despego los velos internos
Y danzo
El dum dum despierta a la luna adormecida,
Mis pies interrogan el interior de la tierra,
¿Qué es el uno mismo en el desierto?
¡Baila antigua lámpara de otoño!
golpea con tus pies la fuente de mármol,
El ojo del cielo no merma la intención,
dum dum tak
¿Quién como una oruga observa dormido este baile de pájaro?
Caen los velos uno a uno,
Estos pies se proyectan en la luna
La vieja Salomé baja en busca del tambor
¡Qué siglos de luna derrama sus tristezas!
Espléndido desierto ¿Cómo es que me he quedado sin mis velos?
Despojada de sus texturas ¿podré retornar a mi interior?

Polvo en el viento




Un viento extraño me aleja de mi bosque amado,
¿Cómo es que musgos, helechos, ramas y verdor se han transmutado en esta arena dorada?
Aleja tus pies del bosque-dice una voz opaca-El polvo y la arena han de transformarte,
Olvida los espejos, sólo sal y encuentra un oasis.