lunes, 30 de abril de 2012

Razones



Porque llevo un reloj de arena en mis ojos
y cada vez que duermo se invierte,
porque no nací en Praga, Brasil o Paris,
porque mi madre me parió prematuramente
en el fin del mundo cerca de una playa,
porque dejé de creer en los milagros y comprendí que mi existencia por sí sola era un milagro,
porque el mar es mi padre y el viento mi amante,
porque ya no me importa ser intelectual, correcta, inteligente si sólo soy ciudadana de mi propio corazón,
porque ya no creo en los duendes,
pero si creo en el amor,
porque mi alter ego vive en un bosque,
porque me parezco a las olas del mar cuando amo,
porque palidezco cada vez que recuerdo que estás mirando la luna,
porque a pesar de tantos sortilegios aún tengo esperanza,
porque soy la magia,
porque soy mujer y he sido vencida, mutilada,
Porque soy romántica como un cuadro de Rembrandt,
porque nadie me amo como soñé o quise,
porque no soy psique y soy psique,
Porque encendí la lámpara de mi amor y te quemé con su aceite,
porque entiendo que el fin último de todo hombre es Itaca,
porque aún me conmueve cruzar el puente de tus sueños dominicales,
Porque me haces sentir torpe como los pasos de un borracho,
porque estoy viva y respiro este aire maltraído,
porque un día no me recordarán y no me importa,
porque no soy pájaro e imito sus alas con mis manos,
porque no soy la luz y sin embargo mis palabras se encienden como lámparas,
porque la melodía del agua me devuelve
A una ventana de otro siglo,
porque no soy ni golondrina ni amapola,
porque vale la pena estar viva. 

jueves, 26 de abril de 2012

Un violín sobre el borde del inconsciente



En el borde de mi inconsciente reposa un violín,
mis ojos internos se encienden de asombro
¿Qué haces en mi recortada oscuridad pequeño
 y maduro instrumento?

Nadie escucha al violín llorar,
La gente sufre a golpe, como tambor viejo
Sólo mi ser asoma entre la máscara de sus cuerdas

Una nota ¡sola una nota!
Y me descifro,
La extraña certeza del yo entre las aguas de la mente.

¿para que esta melodía quebrada?
¿para  qué asir mi alma en un par de nerviosas notas?
Las raíces del violín se encienden en mis cabellos.

En las dolientes notas de un violín
sobre el borde mismo del inconsciente
El tiempo se deja ver como una singular sombra

Una nota ¡sólo una nota más!
Y la melodía traspasa la piel…
Mis ojos podrían destellar
la tristeza de todos los hombres.

Hago de este violín un espejo
mientras me cobijo como naufrago en la tabla
sobre su extensión doliente…

viernes, 20 de abril de 2012

Lo invisible



Porque entiendo muy bien que lo importantes es lo invisible,
aquello que se construye en el húmedo laboratorio de Morfeo.
He ahí la verdad,
Pálida figura sorda, que camina en el corazón de mi corazón,
Fantasma ciego que torna invisible todo lo que palpa.
Anoche naufrague en un sueño, fui a parar a otro sueño,
con un grito lejano como el mar oscuro, despierto;
envuelto en una sábana blanca, el viento me seduce, se mete en mi cama,
Se apagan todos los espejos,
alguien dice:
Bajo el peso del mar de tus sueños
Caes en un mundo transparente, 
indivisible
Párpado abierto de tu ceguera.

jueves, 19 de abril de 2012



Yo te miro sin ojos desde siempre.
tú me llevas en ti desde que existes.
Si antes no lo sabías,
ahora
ya no lo puedes olvidar.

Yo he crecido en el mar
sobre una ola que se alargó
para volverse tallo.
En ese tallo de agua limpia
he subido a mirar a los ojos de Dios.

Ahora me inclina un hálito a tu mano,
y estoy en ti como la mujer muerta
por la que todos los hombres han llorado.

Tú también has llorado
por tu hija, por tu madre,
por la mujer eterna de cuya muerte vives.

Ya no lo puedes olvidar.

Cuando tus ojos caminen en la sombra,
sentirás todavía por el cuerpo
una dulzura amarga y tibia:
beso en las palmas juntas
y una paloma que huye de tus dedos.

Con mi cara de piedra
yo estoy en la otra orilla.

Existo para ti en este momento;
y para mí no existo
porque soy más que eterna en cinco letras.

En el altar de Hombre fuerte como la vida,
hombre de hierro y hielo,
metal, sangre y espíritu,
cae la ofrenda íntegra
de la mujer lejana.

Mujer de canto y llanto
eterna como el sueño. 

(Yolanda Bedregal)

lunes, 9 de abril de 2012

Hilo de luz



Un hilo de luz entre dos seres
Y un cristal en algún lugar oscuro del corazón;
Imagina el cinturón que te une
A otro espejo,
A un cuerpo que es como una callejuela que desemboca
en un remoto mar

Imagina un sol partido
Y una ventana abierta tratando de alcanzar
Ambas mitades.
Un hilo de luz que empuja tu razón destrozada
Y te trae de súbito un sol maduro de otro siglo.

Imagina que es sábado en la tarde,
Y vas por el huerto en busca de un limón
Algunos de tus pensamientos van a pegarse
A la ventana, la cual se hace más transparente con la llegada del ocaso,
Y el cordón que tira, que finaliza en el fondo
de ese extraño jardín.