jueves, 26 de abril de 2012

Un violín sobre el borde del inconsciente



En el borde de mi inconsciente reposa un violín,
mis ojos internos se encienden de asombro
¿Qué haces en mi recortada oscuridad pequeño
 y maduro instrumento?

Nadie escucha al violín llorar,
La gente sufre a golpe, como tambor viejo
Sólo mi ser asoma entre la máscara de sus cuerdas

Una nota ¡sola una nota!
Y me descifro,
La extraña certeza del yo entre las aguas de la mente.

¿para que esta melodía quebrada?
¿para  qué asir mi alma en un par de nerviosas notas?
Las raíces del violín se encienden en mis cabellos.

En las dolientes notas de un violín
sobre el borde mismo del inconsciente
El tiempo se deja ver como una singular sombra

Una nota ¡sólo una nota más!
Y la melodía traspasa la piel…
Mis ojos podrían destellar
la tristeza de todos los hombres.

Hago de este violín un espejo
mientras me cobijo como naufrago en la tabla
sobre su extensión doliente…

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