martes, 8 de julio de 2025

La cadena de Andrómeda



La cadena de Andrómeda
era el tiempo roto, extendido sobre el mar;
con la vista pegada a la muralla del horizonte,
fundió sus lágrimas con las olas… y esperó.

Sus pies, encadenados a un falso tic tac.
El monstruo marino, con su máscara de pez,
ascendía borbollante desde la profundidad del mar
e invertía las olas con su falsa eternidad.

—"Perseo, el mar también es un astro;
su superficie electrizante te cegará.
Aún llueve sobre mis sueños...
¡Libérame de la delirante profundidad del mar!"

Perseo, como una lira, respondió:
—"Andrómeda, es tu esperanza un indómito manantial.
¿Si corto tus cadenas,
de ese arenal inmenso me liberarás?

Las raíces de tus pies son bombillas eléctricas,
que desde la triste profundidad me llaman,
me hacen naufragar..."

Para el descanso de los peces,
Andrómeda fue liberada.
Perseo transformó al tiempo en un coral.

Mar, silencio y bestia marina
volvieron a ser
el espejo de la eternidad.


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