Michael Cheval
¿Podría usted abrir la puerta blanca y fría de sus sueños infantiles?
¿Podría hacerlo antes que ella caiga sobre si misma y esconda nuestra visión en el umbral?
¿Podría usted despojar de su geometría a la ventana para vaciar la imagen de su primer encuentro con el mar?
¿Podría usted devolver al jardín el sueño primitivo de su rapto?
El mundo se aquieta, ruge por vuestra
intención,
Se inclina incierto ante los deseos
ahogados en vuestras piernas.
Que bellas son las manos inclinadas hacia
lo más dulces anhelos,
Que bello es el amor que surge por un
desconocido en un sueño extraño.
Todos querríamos ser amados,
Acariciar el brazo de Dios en los otros,
¿Podría usted cruzar la frontera líquida
del espejo y abrir hacia dentro
la ventana de mi corazón?
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