Marc Chagall
que retorne a colonizar el llano de nuestros presentimientos
La cabellera de la madrugada se enreda en mi paisaje interior
Con los ojos cerrados es más fácil atravesar la eternidad
y golpear las murallas gaseosas de la impresión
En la cima de la oscuridad solté un reloj sonámbulo
Qué la eternidad sea alejada por el viento
para que las horas marchen tranquilas hacia su desierto blanco
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