lunes, 28 de enero de 2013

Queja al mar



Que ondulante el mar en su cuna milenaria,
Y que petulantes se ven las gaviotas dando la espalda
Al desierto vacío.
Nadie respondía,
las primeras en desertar fueron las caracolas marinas,
Inmaculadas y mudas no darán respuesta.
Inquieta y con el traje desdoblado de la tempestad
Interpelo al horizonte, que como un abanico me devuelve al viento
Ese animalito alado e invertebrado que revuelve el espíritu de las hojas secas.

Océano sin padre ni madre,
Quita tu máscara de infinito,
Los peces conocen tu fondo,
¡escupe de una vez por todas tu misterio!

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