Una dulce
lluvia de oro ha caído en el desierto;
en un resplandeciente placer dorado
la vida
empieza a desordenarse,
a descender invisible al ombligo de la tierra.
Vuelvo a mi interior y comienzo a empujar desde dentro,
entonces de mí
centro brota una flor amarilla,
Es
extraño-pienso
Uno toca las
puertas del corazón y en lugar de abrirse una puerta
algo florece.
Este es mi
pensamiento y en el se configura el dominio del tiempo,
la idea se vuelve líquida y comienza a penetrar en la arena,
En ese lugar
ha de surgir un jardín de flores amarillas.
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