martes, 18 de diciembre de 2012

Clásica



Esta alma mía es tan clásica,
se espiga suave y tenue a mirar
el universo en expansión,
un pas de deux por aquí, o bien por allá
para enlazar con las entrañas un par de estrellas muertas.
Pero sucede,
 debo confesar,
que hay tardes de larga espesura
en las que me visto de gitana y al son
del pandero, distribuyo los pájaros al viento,
Pero no soy más que una flor caminante,
pues esta alma clásica que se encierra en mi cáscara
palpita y me alarga aproximándome, siempre
a las inmediaciones del aire,
Y yo quiero ser roja
Pero mi alma es blanca,
La hierba, el agua y el silencio parecen desnudar
Mi cara,
Y la dama que soy
Recuerda que también es hembra
Para tornarse roja
Y olvidar que es blanca.

1 comentario:

  1. Adriana:
    Y yo pensaba que era la única que guardaba un alma clásica, cosa difícil en este cuerpo de gimnasta rusa ( siempre me hace esa broma mi padre). Si tuviera la oportunidad de volver a la infancia sería para que mi cuerpo viva sobre zapatillas de punta porque mi alma se esta levantando de la silla en este preciso momento y se va...
    ...Permiso, voy a buscarla
    ;)

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