En
el atardecer los espejos se tornan majestuosos,
las
ventanas sonrientes,
los
ciegos se embellecen como relucientes hoteles de oriente.
El ocaso es una pendiente que te conduce
directamente
a la plataforma ilimitada de los sueños.
Como
quien da vueltas unos viejos guantes
la
noche volteará los significados y los arrojará al pozo de tu mente.
Que
líquida tu silueta tras la cortina blanca,
diríase
que eres un fantasma,
¿Acaso creíste que aquellas falsas
lucecitas apagarían la distancia?
Pensabas
que la sucesión derrumbaría el cielo,
Sin
embargo, aún esperas la noche con las palmas abiertas,
La
mañana será un velo blanco y difuso,
Una
zona de esperanza.
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