martes, 9 de julio de 2013

En el borde de un sueño


Sentada en el fondo de un onírico silencio,
acaricio tu cabello de infancia.
La luz es un velo que oculta la oscuridad de tu memoria.
Sonríes a la muralla blanca,
estampas tu sinfónico alegato en su superficie clara,
desde el otro lado mi mano te indica que el universo sangra.
Mi vestido abstracto, construido pacientemente en tus sueños
es un paraguas ofrendado a tu camisa delirante.

En el borde de un sueño, el mar se espeja en la antesala
de la nada.
Y tus dedos fríos,  
de viaje por una noche blanca,
Buscándome,

                     Se alargan.

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