Un
pie en la tierra
Y
otro en el agua;
Un
brazo con plumas
Y
otro con escamas.
Mitad despierta,
En medio de la vigilia más atroz
Cierro los ojos para que lo inmaterial
vuelva.
Una
mano en lo que ocurre y pasa
Otra
en el alfil trizado de un ajedrez remoto.
Un
costado apoyado en la luna, esa muralla blanca,
Y
el otro, en un sol modelado siempre sin nostalgia.
A
mitad del camino fluyen unos pasos que se alejan,
una
parte de mi se va con esos pasos,
La
otra parte se queda.
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