Que
bella mentira las palabras,
Se inventan mil rostros tras mil máscaras;
Corren más rápido que la luz
Más
rápido que la sombra,
Ellas nos mienten, nos hacen creer
Que
podremos comprender los sueños,
el
río
Y
las estrellas.
Pero
nos quedamos en la orilla del pensamiento
Blancos
e insatisfechos
Contando
letras para conciliar el sueño.
No hay vacío más feroz
que el que siente el anciano cuando
olvida,
cuando vuelve a la semilla,
al lugar donde los símbolos hacen torpes
señas
desde la otra orilla.
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