El
tiempo para beberlo,
para
degustarlo dulcemente a instancias del ocaso.
Las
miradas azucaradas de un falso retorno,
la
distancia entre la roca y el mar de los naufragos.
Soy el hada azucarada que endulza la
lámpara
del tiempo,
mis ojos están llenos de un viento tibio
y lunar.
¿para que destrozar el piano con el mar
muerto de tu llanto?
En
los rincones del universo
el guardián de la nieve endulza el devenir;
su dulzura es blanca y fría, no hay calidez en ella.
Es una mentira dulce y congelada en el
insípido
círculo de tu inconsciente.
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