martes, 23 de abril de 2013

Pureza



El reloj bosteza y sueña con el día que escribí mi primer verso.
Quedaré sola en el bosque de las palabras,
simularé la mano enguantada
que encenderá mi lámpara en un atardecer invernal.

Las palabras no te pertenecían
Ellas huían de ti en busca de otros naufragios.

Oigo el canto de los pájaros muertos en el corazón del bosque
entonces, pienso que mis palabras son apenas espectros colgando
en la arboleda.
Si,  el canto de los pájaros es el portador de la más dulce oscuridad
su cantito puro, sin símbolos
deja huellas que mis versos nunca dejarán.

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