lunes, 5 de noviembre de 2012

¿Podría usted?



¿Podría usted abrir su puerta de arena un momento?
¿Podría hacerlo antes que ella se deshaga, consciente de su fin en el umbral?
¿Podría usted ofrecerme la flor del manzano en el comienzo de la primavera?
¿podría usted bajar la escala y retornar al jardín que tantas veces ha soñado?
El mundo se aquieta, ruge por vuestra intención
Se inclina incierto ante los deseos ahogados en vuestras piernas.
Que bellas son las manos inclinadas hacia lo más dulces anhelos,
Que bello es el amor que sentimos por un desconocido en un sueño extraño.
Todos querríamos ser amados,
Acariciar el brazo de Dios en los otros.

¿Podría usted cruzar la frontera líquida del espejo, correr la cortina blanca
 y abrir hacia dentro la ventana de mi corazón?

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