viernes, 21 de junio de 2013

Pequeña acrobacia


Estamos lejos siempre,
como las estrellas,
la cercanía es sólo para los habitantes del jardín:
pájaros y ángeles rastreros, fabricantes de enloquecidas flores.
Haz tu acrobacia,
balancéate en el espacio con los ojos en los pies,
transforma el espíritu del silencio con tu pirueta solemne;
tú sabes que el salto es tan obligatorio como el recuerdo del mar
¿Habrás de olvidarlo?
La respuesta es tan obvia como tu encandilado salto.
Yo podría sentarme en el río a esperar que la luz soltara el llanto,
Podría cubrir mis piernas con sus lágrimas-lámparas.
¿Ves la marea que atraviesa el cielo?
Es ahí donde alguna vez quisimos nadar.
Los pies se convertirán en blancos veleros
esperando la conformación de un deshojado azar,
la luna hará su voltereta cósmica para aplaudirte,
y la estrella más brillante poniendo de cabeza al tiempo
 abrazará la oscuridad.

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