Dormir
en una cama de flores amarillas
aferrarse
a la nube del lecho dorado;
poner los pies bajo el agua del inconsciente
palpitante,
y abrir los ojos hacia tu propia tiniebla
para contemplar una isla de luz en tu interior.
para contemplar una isla de luz en tu interior.
Trazar
círculos en el misterio de las imágenes que van surgiendo:
ventanas
cortinas blancas
violines agónicos
objetos
y seres que quieren decirte algo,
que
buscan revelarte un mensaje que percibes como el golpe de un tambor.
Viajar
al despertar como el pez a su orilla,
con
la luz sigilosa y dulce de la mañana en el rostro,
con
un ramo de flores amarillas surgiendo desde tu cama.
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