Sueño que estoy en una
casa,
lejos del mar y del desierto,
las flores del jardín
brindan con el río por la primavera que se aleja,
el verano extiende su
comarca en el horizonte,
cumple su promesa de
siempre retornar.
Por doquiera que miro
puedo ver las ventanas de la casa,
que es tan antigua como
un árbol,
me conmuevo,
pienso
que la vida está detrás de las ventanas
al mismo tiempo que es
tan indispensable contemplarla desde un cristal.
El sueño me hace
naufragar,
me veo observando una
fotografía con un bello paisaje de nieve,
su claridad me es
insoportable,
en su reverso me
escribes el siguiente mensaje:
Anhelo la blancura y la pureza de la nieve, iré por ella.
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