De
nuevo alguien verá huir
Sus
sueños despiadados,
Como
relucientes trasatlánticos
Que
jamás han de retornar.
Volveré
a pensar al viento
A desatarlo
dentro de mí,
Oiré,
Oiré
el golpe de las ramas
En
mi ventana interior.
El
día y su desvelo
Ignoran
la suave tempestad de las palabras.
Vuelan
los velos nacarados que ocultan mis versos,
Y algo
de mi también se aleja y se torna presencia
En
algún geométrico horizonte.
La
amapola, las huellas en la helada,
y el
viento,
son
sólo pensamientos
bellas
imágenes que huyen
como
vapor en busca de oscuridad.
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