domingo, 10 de febrero de 2013

Debo confesar


Debo confesar que la distancia de la luna me incomoda,
que las mareas me convencen de continuar
cuando la sombra se me hace insoportable,
que las velas las enciendo para espiar milagros redondos y ajenos,
que de la esencia soy el hada y a veces también el traidor,

Debo confesar que mi escudo es un velo
que como escombro cuelga sobre mi cuerpo,
que lo relámpagos son suficientes para mi,
que me pierdo y encuentro todos las tardes dentro de una cajita sonora.

Confieso que estas palabras apenas son espectros en la identidad del mar
en la identidad del amar,
que mi cuerpo se enciende y apaga como una lámpara en la lejanía,
esperando que la luz a la distancia me haga un guiño
una señal de limpia eternidad.

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