Le
diste la espalda al tiempo,
Como
quién le da la espalda a un navío blanco,
El
reloj quedó detrás,
Más
allá de las horas
Más
allá de las olas.
En
la noche cuando nadie lo ve, el espejo vuelve a la botella,
Y desde
ahí directo al mar,
Pues
siempre hay alguien que busca un rostro,
Como
siempre hay alguien que da la espalda al tiempo.
Sabíais que el tiempo es redondo
¿Qué sacabais con darle la espalda?
No debiste temer la cólera de las
manecillas del reloj.
Debiste desahuciar a tu silencio blanco.
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