Dormirse ahora,
Y despertar dentro de cien años, amor
mío.
No, no soy un desertor,
Mi siglo no me asusta:
Mi siglo miserable, escandaloso,
Mi siglo valeroso, grande, heroico.
No me ha pesado nunca
Haber venido demasiado pronto al mundo.
Al siglo veinte pertenezco, y me llena
de orgullo.
Me basta con estar ahí donde estoy,
Entre vosotros. Y con luchar
Por un mundo nuevo…
Dentro de cien años, amor mío…
No, porque pronto y a pesar de todo,
Mi siglo moribundo y renaciente,
Mi siglo cuyos días finales serán
bellos,
Mi terrible noche desgarrada por gritos
del amanecer,
Mi siglo estallará de sol, como tus
ojos, amor mío.
(Nazim Hikmet)
No hay comentarios:
Publicar un comentario