No cuentes tus pasos,
Ya no prestes
atención al golpe de la puerta,
Nada ha de retornar,
Ya todo es otra cosa,
Sin embargo, todo ha
de volver a florecer,
La vida es vida en
cuanto germina
No en cuanto
desparece,
¡que importa que el
tren se aleje
Dejando un delgado
estero de intuición nefasta!
Que importa que tus
manos envejezcan
Si pronto has de
germinar: serás semilla luminosa.
Aquello que
esperabas, sólo te distraía
Mirabas el cielo y
cada vuelo de pájaro tardío
Te parecía una señal,
Sin embargo, ya
sabías: nada ha de retornar
Más hoy sabes: todo
ha de volver a florecer.
No mires los
edificios que torpemente te roban la visión del cielo,
Todo ruido ha de
volver al silencio,
Todo cemento al
bosque,
Mis manos atrapan el
misterio y sin embargo,
No lo pueden tocar,
Todo enigma es un
fantasma,
La revelación es la
encarnación de ese misterio,
Yo aún espero,
Y soy mujer y tengo
miedo,
Pero voy traspasando
el umbral,
Lo estoy haciendo,
Y cuando llegue a esa
colina donde el viento muere
Y resucita en las
montañas,
Voy a pronunciar un
lugar, no una palabra,
Mi boca ha de dibujar
la forma pura,
muerto el símbolo
Te podré pronunciar.
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