Me encierro en un
cristal en el vago delirio
del atardecer,
habito un trozo de
cristal redondo.
Como esa piedra
quisiera atrapar, transformar la luz
pero me pierdo…
y las cosas
siguen pasando como si yo no estuviera ahí,
Oh señores ¿existir
es brillar, ser la luna, el sol acaramelado en le ventana?
Si no fuera por el
cielo…podría estar donde las cosas pasan,
Pero la luz, el velo
y un ícono tan antiguo en mi ventana.
Me encierro en un
cristal, voy caminando por las calles,
Enciendo la cerilla
de mis deseos luminosos,
No hay ángeles
caminando en esta urbe abrazada
por las montañosas,
Sólo hay gente
dormida, gente que ha olvidado el bosque,
A los pies de esta
ciudad hay un cristal: yo me encierro en él,
Aquí todas las aves
vienen a esconderse de otro sol,
Uno más oscuro.
Y tú que te sumerges
en estas líneas que se encienden,
Tú, que tal vez
conoces todos los rincones
¿buscas algo en el
extraño sueño reluciente de las rosas?
¿quisieras doblar la
servilleta delicada de papel, y olvidar?
Hacer de tus dedos el
motor propulsor de todo el cambio.
Encerrada en un
cristal, inextinguible en su luz
Voy contra ese
cautiverio feliz de esta urbe seca,
Insensible a la
delicadeza de los adoquines.
Me encierro porque
así me voy liberando.
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