Soy de encaje y de sal,
me deslizo por la pendiente,
como un cristal...
El camino es una forma de designar libertad.
Vamos,
el sendero es duro,
bajo la melodía de un tic-tac.
Se ha vestido el horizonte
de un extraño disfraz.
Unos ojos de encaje
y las manos de sal;
la guillotina del tiempo es de cristal.
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