Ella
le ofreció la manzana,
Él
le mostró un espejo,
en
efímera visión se vieron desnudos
y
desde lejos pudieron oír el rugido del mar.
Luego
se desterraron,
Nadie
los expulsó,
El
jardín era un cautiverio oscuro y manso,
Tal
vez regresen,
Tal
vez no,
La
memoria es frágil
Y
los caminos inciertos.
El
paraíso anhela a su fugitiva pareja,
Pero
ellos le dan la espalda
La
mujer y el hombre prefieren al mundo,
al
mar
y
su profundidad.
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