Por ahí se dijo que ser o no ser
era la cuestión,
Ser-como prender la luz
No ser-cómo apagar la lámpara oxidada,
Y esto ha de ser realmente la cuestión
Apagar y encender las luces de la
existencia
A sabiendas,
A sabiendas que el tiempo en el espejo se
desangra.
Ser o no ser,
Cómo si alguien nos hubiera preguntado,
Ser- como mirar el espejo
No ser –como dormir en los brazos del
vacío.
Ser y también no- ser
En el interludio de la respiración,
En la conciencia de los otros,
En el último destello de aquella distante estrella.
Cerrar
los ojos para atrapar un silencio
Y
que la cuestión ya no importe tanto.
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