Un gesto,
Un toque con un guante de seda blanco,
Un dedo sin memoria que desencadena la
caída de todo el dominó,
El tiempo rehace el silencio luego de un
acto involuntario;
No sabíamos que la lluvia se precipitaría
producto del grito,
Tampoco sospechamos que nuestra sangre se
grabaría en la
piel de toda la humanidad.
Un toque con la conciencia adormecida y
el
bosque dormido abrirá sus ojos
cerrados por la hiedra fantasmal.
El submarino no sabe de puentes y caminos
Busca la estrella luminosa en la
inmensidad del mar,
Sin embargo, su ondulante movimiento
engendra la tempestad
Que precipitará el cambio en una orilla
distante
Donde
un rumoroso movimiento
Precipitará
Una suave
Caída a la
eternidad
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