se origina antes del sueño, elemental y primario como un huevo,
lento como la sombra de un árbol milenario.
Se origina y entonces nos sorprende, nos inquieta
nos abre los ojos
de la misma manera como el niño que por primera vez contempla el mar
y extiende sus brazos para abrazarlo
sin comprender aún lo que es la eternidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario