Rafal Olbinski
Y espera que brote la quietud...
La tempestad vendrá más tarde,
cuando las saladas raíces sean verdad y oscuridad.
El mar recién nacido se abrirá ante tu rostro
Como un capullo;
Y desde el otro lado del óvalo presentirá
Los circulares naufragios que tus pestañas le provocarán.
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