Michael Cheval
El tiempo es un río en el que se ahogan mis fantasmas.
La luz siguió el camino líquido de la mirada
Y cruzó los bordes elásticos de un océano interior.
Gira la máquina laboriosa de mi lámpara-corazón
Y a través de sus innumerables círculos se muerde la cola la razón;
El pie descalzo en el pedal de las estaciones
Acelera las pulsaciones irregulares del sol.
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