En una de mis tantas vidas anteriores yo te parí,
En un parto lento y doloroso,
Salías de mis tinieblas a la luz,
En una de mis tantas vidas fuiste el fruto de mi amor,
Nacías de mi espejo encantado,
te pegabas a mi falda en un manchado país de viento.
En esa vida mi lámpara de aceite no conseguía retenerte:
yo te amaba y tú te perdías,
Eras el hijo prodigo que me buscaba en la luna
Y me mandaba mensajes a través de ella,
En otra vida, yo sé, te parí
Y me doliste:
En esa vida te marchaste por caminos que te arrinconaban y nunca te devolvieron.
No hay comentarios:
Publicar un comentario