sábado, 6 de mayo de 2017

Oriental


Una alfombra de sueños de crisantemos en el bosque de bambú,
los pies le hacen confidencias a los suspiros que brotan blancos;
La luz es un velo de algodón, 
una llama antigua que cuelga en el teatro vacío de la memoria.
Bajo la colina dormida las flautas soplan como pájaros migratorios
y el sol se desploma en una fuente de mármol
 donde las flores de loto bostezan por el insomnio del tigre.
¿Quién enciende una lámpara en el torrente de este día?
El cielo se abre gracias a la mágica llave de la memoria
y solidifica una lámina de oro blanco sobre mi cabeza
¿Por qué la montaña parece tan vacía esta mañana?
Es el silencio que brota a borbotones de los labios del Oriente-explica el arroyuelo,
los árboles de durazno parecen decirme: Canta,  sorprende a la quietud,
Canta, pero has de abrir los ojos, este no es tu hogar,
Mientras el tiempo duerme de revés, una embarcación de sándalo te trae a nuestras tierras.
Dormida le hago una reverencia al bosque mientras las hojas de los árboles caen sin deseos de caer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario