Despachadas las palabras
dentro de su sobre de aire,
Viajan sobre un manso silencio
hacia su único destino: el olvido.
Aeroplanos que naufragan
sombras quejumbrosas,
La palabra es una flor que al abrirse fenece
Un atardecer sin noche, pegado a la aurora.
Antes del pensamiento, mucho antes
el olvido pacientemente espera,
vacío y vestido de ausencia
con su repertorio de flores blancas.
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