Pablo Picasso
para que sus semillas etéreas se hundan en mis entrañas;
me alejo de mis olas negras y caigo en un sueño sin celdas.
Cada sueño es la sombra de un astro interior.
Mi reflejo golpea la puerta de la morada de los peces
y me obliga a soñar con el indómito traductor de las olas del mar.
Mi espejo es el párpado de una estrella lejana.
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