domingo, 12 de enero de 2014

La vida es un cielo que no cambia de lugar

Paul Delveaux

La vida es un cielo que no cambia de lugar
Lo único que se mueve son tus pies
Ellos se alejan todas las mañanas al encuentro de la sucesión
Las horas se están quietas sobre tus tobillos florecidos
El tiempo es la sombra de ese árbol imperturbable 
Bajas por fatigados sueños líquidos
Tu garganta tropieza con la superficie del agua
Olvidas cantar
El quita-sol de tu Victoria oculta la profundidad del mar

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