domingo, 5 de enero de 2014

Desborde

René Magritte

De pronto las aguas del océano detienen el suspenso
enardecidas por una fuerza extraña, 
extienden sus brazos blancos de espuma,
su único destino es abrazar la alta cordillera.
Estoy distante del mar, de su orilla,
Sin embargo, no tengo dudas, la marea esta alta,
Algo en la espesura del silencio me lo confirma,
Por lo demás
¡Esta noche me siento oscura en mi celda de carne!
 El cielo cierra sus ojos frente al mar y
Allá lejos, muy lejos, alguien concilia sueños que me llaman,
Que me hacen señas como faros distantes,
Tan distantes como esta marea que sube, 
que baja,
que borra.
¿Acaso el mar estaba prisionero?
¿Acaso alguien lo ha liberado?
¿Podrá ocurrir lo mismo con nosotros, pobres habitantes de un mundo de esclavos?
¿Alguien ha de liberarnos?
Y poder al fin ser mar y ¡Desbordarnos! dios ¡Desbordarnos!

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