Remedios Varo
Me llamaste más o menos a la altura
de un sueño de medianoche;
una mano muy perpleja de su misión
me indica el camino a ti.
Te encuentro dando vueltas alrededor de
la nada
sin mover los labios me dices que te hable,
pero cómo es un sueño terriblemente
extraño
no se contestar.
El polvo de un camino más antiguo que el
sol
está salpicando nuestros ojos
que como paralelas se expanden para atrapar una visión extraña.
Esto
no va bien-me dices
La
máquina ¡no funciona!
¿Cuál máquina?-pregunto clavando la
mirada
en cualquier árbol, que bien podría ser una montaña.
¡La
que hace temblar el cielo! Respondes pálido y enojado-
¡La
que le arranca el silencio a la pianola!
Entonces empiezo a creer que esto no va
bien,
pues sucede que el misterio
está haciendo florecer los pies del mar nocturno,
y yo no logro descifrarme.
Tal vez cuarenta días y cuarenta noches
soñando con la cáscara de las olas
y con ese sonido especial y
redundante que brota de sus manos.
¿Sobre qué sueño he de naufragar para
ejecutar las horas?
Lo que de noche me dices en sueños
Está haciendo desmoronar mis días.
La luna sueña con nosotros
Y aquellas falsas lámparas están cantando que
esto no va bien.
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