domingo, 1 de septiembre de 2013

Pigmalión y Galatea

Pigmalión y Galatea, Jean León Gero

El polvo de sus dedos fue a pegarse en las paredes de su corazón,
modeló los astros lejanos y le puso rostro al silencio.
Pigmalión donó sus huesos a la imagen que brotó de su sueño dominical
Y yo os digo espectadores de la belleza: las estatuas caen del cielo,
Directo a mis manos,
Sobre el mar se pasea todo aquello que he anhelado.

Su estatua derribó ciudades futuras
y honró a los bosques lejanos,
sus labios fríos susurraron secretos que se evaporaron
Mis manos de mármol trepan por un infinito que se desarma,
Las estrellas fueron esculpidas por un hombre solitario,
¡Despierta Pigmalión, modela en mí los prodigios de la carne!

Hombre y estatua soñando un origen
creando una verdad de mármol
modelando una lejanía legendaria.
Crecerán árboles por cada una de las criaturas que surjan de tu manos
Poblarás el universo de sueños hermosos
Tus estatuas abrirán los ojos y la luz que emanará de ellos derretirá tus nieves eternas.

                                                                                               





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