jueves, 26 de septiembre de 2013

Ariadna, la corona y el laberinto

Tintoretto, Baco y Ariadna

En la noche gaseosa de los sueños la corona de Ariadna se enciende,
Recuerdos gloriosos se desprenden de sus ojos y ascienden hacia esta luz,
Cómo toda extensión circular de la claridad el esplendor de la corona se busca a sí mismo,

Has que brille un momento
Apoya tu cabeza en mis rodillas y entremos en la resplandeciente oscuridad de los siglos

La noche no morirá esta noche,
el viento sinuoso y tibio se desmoldará de su esfera
y alargará el paso de las arenas en el recipiente del reloj,

El laberinto es un espejo que cuelga de la noche más larga del año
¿Por qué el cielo del desierto se incendia y quema la coronilla del Minotauro?

A través de las horas Ariadna reposa en una sensación sin nostalgia, sin ansia arremolinada,
El aliento de los sueños sale expulsado por la puerta cósmica en busca de nuevos presagios,
Ariadna puede sentir una mano alargada de un amante que no puede ver,
Dedos y palma que son escupidos desde sus mismas entrañas, esta mano invisible la corona.


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