El malabarista, Marc Chagall
No quiero las manos del reloj ordenando los recuerdos en el
desván
Tampoco deseo la parsimonia de las estrellas bajo el agua
Deseo el ocaso quebrándose detrás de la cortina
Un velero
sobre el cielo de mi ciudad natal
Apaga tu silencio
Las flores bostezan en su porción de tierra
Las manos despiadadas del reloj aún te buscan
El espejo emite su tic tac despiado
¿Lo oyes?
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