Michael Parkes
Tú sabes que Dios arranca los ojos a las flores, pues su manía es la
ceguera.
(Vicente Huidobro)
Las rosas arrancadas de las
páginas del jardín
-embalsamadas y carentes de memoria-
Sueñan con la primavera en mi regazo,
que en realidad no es un regazo
sino un barco de fibras de
algodón.
Los inviernos robaron los ojos a las flores,
las cuales pálidas y ciegas están batiéndose a muerte con el sol.
El tiempo acariciando el espíritu
vaporoso de las flores,
aquella estatua-árbol fabricando
la sucesión con su quietud.
La primavera con los ojos cerrados piensa en la resurrección
Nosotros sólo contaremos los
pétalos que se alejarán al final de la estación.
La primavera no le devolverá los ojos a las flores
Hay un desfile de lirios, ciegas
marionetas, marchando en mi interior.
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