jueves, 28 de noviembre de 2013

El juego victorioso de las horas

George Barbier

De pronto la mañana es un juego victorioso de las horas,
bajo la armadura del tiempo hay algo que late
y se escurre
como un río laborioso en busca de peces.
Juegas para conquistar un espacio dentro de tu pensamiento
bajo los minerales extintos de la razón.
Tiene que haber, un árbol bajo la pendiente de tu mirada
o un ojo que te arrebate la visión,
allá en la cima.
Era de hielo tu juego en el espejo de caoba,
la imagen de una ronda en el cenit del planeta,
que no era otra cosa que el tiempo dentro de su madre inmóvil 
girando 
          girando 
                   girando.

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