Leonora Carrington
Y entonces, ¿en qué lugar colgamos aquellos espejos azules
que se apagaron en nuestra pared interior?
De nuestros pechos
nacen olas negras que arrastran rostros nunca reflejados.
Tus aeroplanos se desvían de la aurora y desembocan sobre todas mis
distancias
He ahí una ruta que podría recorrer el dragón mitológico de las horas.
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